El Tano hizo un gesto de fastidio y guardó la foto en el bolsillo. Hablar de la casa era peor que discutir de fútbol o de política, mucho peor. El único que no se metía nunca era el borrachín de la mesa del fondo, siempre en silencio. —¡Una foto es una foto, Tano
La noche que el doctor Patricio Gauna desapareció, el ascensor del edificio no funcionaba. El desperfecto mecánico podía parecer ajeno a los hechos, pero tal vez no lo fuera; con casi ochenta y cinco años, Gauna se había esfumado en las escaleras. La indiferencia de los vecinos resultaba muy llamativa, más aún cuando casi
Todavía no anochece, pero el bar está casi vacío. Ajeno a la impaciencia del mozo, un joven lleva horas sentado junto al ventanal. No ha pedido más que pan y un vaso de agua que apenas ha probado. Se limita a mirar al otro lado de la calle empedrada, los ojos fijos en la
Una delgada capa de hielo molido cubre el mostrador de azulejos blancos. La mujer lleva un buen rato esperando; nadie se acerca a atenderla, ella tampoco reclama. Sus ojos están fijos en el mostrador; los observa con desconfianza, nunca antes vio pescados como esos. Apilados unos sobre otros, parecen un cardumen voraz, todavía más