Las bocas del infierno (episodio #3)

—Los vi esconderse —insistió el viejo a los dos policías—. Viven ahí abajo, en la inmundicia de los desagües.
Eran las dos de la mañana. El viejo llevaba un sobretodo raído y se cubría los ojos con el brazo, enceguecido por el destello intermitente de la luz del patrullero. Apenas podía mantenerse en pie, difícil saber si el alcoholismo era previo a sus extrañas teorías sobre una invasión subterránea.
Uno de los policías encendió su linterna y se agachó frente a la tapa de hierro macizo. Iluminó las pequeñas plantas que crecían en el borde de la circunferencia.
—Esta tapa no fue levantada en años, amigo —dijo con tono de burla.
—Ellos no necesitan levantarla —respondió el viejo mientras se alejaba—. Entran y salen por las ranuras, hasta un imbécil lo sabe.
El policía insultó entre dientes antes de subirse al patrullero. El viejo cruzó la avenida y se perdió en la vereda oscura del Jardín Botánico. Ya sin testigos, el invasor volvió a la superficie y se mimetizó con las sombras.

8 Responses

  • Maria Antonia
    Jul 18, 2020

    Estás poniendo en crisis mis gustos urbanos…
    Espero más episodios!!!

    Maria Antonia Jul 18, 2020
    Responder
  • Grace
    Jul 19, 2020

    Lograste inquietarme!
    Y ahora así nos sentimos: temerosos de q emerja de cualquier parte y nos encuentre indefensos, desprevenidos, incapaces de hacerle frente, desconcertados y aterrados por no saber ni cuándo ni dónde ni cómo fue que caímos en su trampa…
    Me encantó tu cuento, gracias!

    Grace Jul 19, 2020
    Responder
    • Jul 19, 2020

      Son así, Grace, de asomarse sin avisar. Eso no implica perdonar rabas o calamarettis, desde ya.

      Pablo Mourier Jul 19, 2020
  • Emma
    Jul 25, 2020

    Muy buen relato!

    Emma Jul 25, 2020
    Responder
  • Julialamaga
    Jul 25, 2020

    Qué alivio!!! Entonces, vos también los viste.

    Julialamaga Jul 25, 2020
    Responder
    • Jul 25, 2020

      Muchos lo vieron, Andrea, aunque pocos pueden contarlo. Y muchos más somos los que pasamos junto a ellos sin siquiera darnos cuenta.

      Pablo Mourier Jul 25, 2020

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